Baecula en el camino de Escipión

El itinerario cultural del Consejo de Europa, “La Ruta de los Fenicios. Culturas del Mediterráneo Antiguo”, tiene tres Itinerarios temáticos: la ruta marítima de los Fenicios desde el Líbano hasta el extremo occidente del Mediterráneo; las rutas de las culturas de los pueblos del Mediterráneo antiguo, como Los Iberos o los Etruscos y el Camino de Aníbal, que transcurre entre España, Francia, Italia y Túnez. Este último itinerario está asociada a los conflictos de la Segunda Guerra Púnica, sobre la base del heroico recorrido del general cartaginés atravesando los Alpes, por ello se añaden a él otros caminos integrados en el conflicto bélico. Es el caso del llamado camino de Asdrúbal, que se desarrolló después de la batalla de Baecula y que terminó con la muerte del Bárquida en la batalla de Metauro, antes de su pretendido encuentro con Aníbal.

En los últimos tiempos se ha avanzado mucho en el conocimiento de un tercer itinerario, el “Camino de Escipión”. Publio Cornelio Escipión “el Africano”, fue el antagonista fundamental de Aníbal durante la Guerra y a partir del 210 a.n.e. y durante cuatro años, hasta el 206, dirigió los ejércitos romanos en Hispania. Los recientes hallazgos arqueológicos han permitido reconstruir el trazado de su recorrido a partir de la localización de cinco puntos básicos de su recorrido. Se trata de su campamento base, La Palma (L’Aldea Tarragona) en la desembocadura del rio Ebro, construido en 210, que fue base de sus campañas hasta la conquista de Gades en 206 a.n.e. El segundo lugar histórico es la ciudad de Cartagonova (Cartagena), se trata de un lugar conocido tradicionalmente, pero en los últimos años se ha excavado un tramo de la muralla púnica que da referencias materiales a la ciudad tomada en el año 209 a.n.e. El tercer punto es la batalla de Baecula en el Cerro de las Albahacas (Santo Tomé, Jaén) en el año 208 a.n.e., que ha permitido confirmar que Escipión llegó al lugar del conflicto desde Cartagonova, por la vía que discurre por el Guadiana Menor y que desemboca en el Guadalquivir. Por último, el cuarto punto es el asedio y destrucción de Iliturgi (Mengíbar, Jaén) y, no lejos de allí, la ciudad de Cástulo (Linares, Jaén), que tras la acción anterior se entregó a los romanos en el año 206 a.n.e. Gades es la última referencia del camino, ante el desconocimiento arqueológico todavía del lugar donde se desarrolló la batalla de Ilipa.

Con estos puntos de referencia es posible reconstruir el camino de Escipión en tres tramos:

● El primero, del campamento de La Palma hasta Cartagonova, que puede hacerse sin referencias intermedias, pues las fuentes históricas no lo indican. No obstante, seguramente Sagunto, ciudad prorromana que desencadenó la guerra tras su toma por Aníbal en el año 219 a.n.e., sería probablemente una parada del trayecto, de la misma forma que también puede ser una referencia como segunda parada intermedia de gran interés el Tossal de Manises, (Alicante), identificada con la Lucentum romana, donde se ha documentado una importante ciudad de fundación cartaginesa, destruida durante la Segunda Guerra Púnica por los romanos, aunque, como se ha indicado, sin referencia histórica de las fuentes escritas.

● El segundo tramo transcurre entre Cartagena y la destrucción de Iliturgi, pasando por la batalla de Baecula y por el gran oppidum de Cástulo. Hace referencia a los años 208, 207 y 206 a.n.e, con los conflictos de Baecula y de Orongis, la ciudad tomada por Lucio Cornelio Escipión. A ello deben añadirse el asedio bélico a Iliturgi y la presencia del ejército romano antes las puertas de Cástulo, para provocar su rendición.

● Hechos estos posteriores a la batalla de Ilipa y la toma de Cadiz (tercer tramo), que se vinculan a la decisión de Escipión de reservar estas actuaciones para el final, con el ánimo de castigar el apoyo de los dos oppida a los cartagineses en los conflictos que acarrearon las muertes de su padre y su tío en el año 211 a.n.e.


Centrados en el segundo tramo del Camino de Escipión, que es el que puede ya presentarse como una unidad renovada gracias a los nuevos conocimientos de investigación, proponemos que a los cuatro puntos de intervención de Escipión: Cartagonova, Baecula, Iliturgi ibera, en el cerro de la Muela de Mengibar y Castulo, se incorporen aquellos sitios iberos que estuvieron activos a finales del s. III a.n.e. y que permiten reconstruir el paisaje ibero del Camino de Escipión, desde Cartagena al Alto Guadalquivir. Se trata de los siguientes: viniendo desde Cartagena, en la provincia de Murcia, el Museo de Mula, que conserva la necrópolis ibera de El Cigarralejo con importantes ajuares funerarios del s. III a.n.e.; en Caravaca, en el Cerro de la Encarnación, donde se construyó el templo republicano del s. I a.n.e, posterior a la contienda, si bien en un lugar donde existían prácticas de culto iberas avaladas por los exvotos en piedra depositados en el Museo de la Soledad de Caravaca. También dentro de la provincia de Murcia y siguiendo el camino hacia Granada, en la pedanía de Archivel, una parada obligada son los restos del castellum romano del Cerro de la Fuente. Aunque es tardorepublicano y posterior a la fecha en que transcurrió el viaje de Escipión, debió ser un punto de control fundamental del camino tradicional para entrar en el Valle del Guadalquivir.

En la provincia de Granada, el itinerario se continúa por el valle del Guadiana Menor donde hay dos lugares fundamentales: la Necrópolis de Tútugi, en Galera, con las grandes tumbas tumulares que Escipión debió conocer a su paso, (se trata del monumental enterramiento nº 76, identificado cronológicamente en el s. III a.n.e.) y el Museo de Galera. Algo más al sur está el Centro de Interpretación de las necrópolis de Baza, cerca del oppidum de Basti, en el Cerro Cepero y su Museo en la ciudad de Baza.

Ya dentro de la provincia de Jaén y descendiendo por el Valle del rio Guadiana Menor hacia el Guadalquivir, hay dos necrópolis más, una la de Castellones de Ceal, con una cámara del s. III a.n.e. y El Cerro del Ahorcado en Peal de Becerro, con la conocida Cámara de Toya y el centro de Interpretación de este enterramiento y el del hipogeo de Hornos. La cámara de Toya debió de estar activa todavía en el s. III a.n.e. Desde este último punto es visible el Cerro de las Albahacas, donde tuvo lugar la batalla de Baecula. Una vez visitado el lugar, el camino cruza la Loma de Úbeda y desciende por el rio Guadalimar hacia Cástulo. Antes de hacerlo es visitable el Santuario de la Cueva de la Lobera en Castellar. Un santuario de carácter territorial del s. III a.n.e que estuvo activo en esa fecha. Descendiendo por el citado rio se alcanza Cástulo, donde es visitable el Conjunto Arqueológico y recomendable un recorrido por su Museo. Algún día podrá incluirse el oppidum de Giribaile que fue destruido en la Segunda Guerra Púnica y cuenta con posibilidades de ser el oppidum de Orongis, tomado por Lucio Escipión. Todavía no está musealizado y no es visitable por tanto. De Cástulo a Iliturgi se continuaría con la parada en el Cerro de la Muela de Mengibar, en la confluencia de los ríos Guadalimar, Guadalquivir y Guadalbullón observando el asedio de este importante oppidum, actualmente en investigación. Por último el Camino subiría hacia Jaén, para visitar el oppidum de Puente Tablas, conquistado y despoblado por el ejército romano durante la Segunda Guerra Púnica o en las revueltas iberas de los años inmediatamente posteriores (198-197 a.n.e.). No lejos del oppidum, a escasos 4 km, está el Museo Ibero de Jaén, al que se incorporaran en su exposición permanente los materiales de la batalla de Baecula, del asedio de Iliturgi y de la toma del oppidum de Puente Tablas.